Tipos de atracción: una analogía desde la fonología

Esta entrada continúa la discusión y la terminología de Asocial: ¿la última frontera?, que repaso a continuación. En primer lugar tenemos la atracción romántica, entendida como separada de la atracción sexual. Después tenemos la atracción platónica, la que busca la amistad más estrecha, y luego la atracción social. En aquella entrada nos planteamos la cuestión de si hay atracción más allá de la social. Hoy discutiremos lo que hay entremedias.

A cada uno de estos tipos de atracción se corresponde un tipo de relación. Para la atracción platónica, la que más polémica ha dado respecto a su denominación, en inglés han acuñado los términos squish para las casos y objetos de la atracción y zucchini para el compañero en esta relación. En español se ha escogido arrobo o arrobamiento para los casos de atracción platónica, pero no parece que haya necesidad de un término para la relación, salvo amigo con calificativos. El problema está en que el campo semántico de la amistad incluye tanto lo platónico como lo social. Esta entrada tratará sobre la relación entre la tricotomía clásica pareja-amigo-conocido y la distinción más fina romántico-platónico-social-conocido, utilizando como fuente de analogía la fonología del castellano y el catalán.

Vocales tónicas de castellano y del catalán

Vocales tónicas de castellano y del catalán

El catalán tiene 7 vocales tónicas (à, è, é, í, ò, ó, ú) frente a las 5 del castellano (A, E, I, O, U). Mientras que en catalán hay diferencia semántica entre è y é, a oídos castellanos ambas suenan E, y las diferenciamos recurriendo a adjetivos (abierta y cerrada). Lo mismo pasa con ò y ó, que nos suenan O, aunque me voy a centrar en la E. En el espectro entre la A y la I, el castellano fija 3 vocales (A, E, I), mientras que el catalán fija 4 (à, è, é, í), con las consecuentes diferencias que eso tiene a la hora de clasificar una vocal en ese espectro.

Pues lo mismo creo que ocurre con la diferencia entre pareja y amistad y entre amistad y conocidos. Según entiendo yo, para la discusión precisa resulta más útil fijar 4 puntos en ese espectro (à=romántico, è=platónico, é=social, í=conocido) en lugar de sólo 3 (A=pareja, E=amigo, I=conocido), aunque quien tiene el oído hecho al concepto de amistad (frente a pareja y a conocidos) encontrará los mismos problemas que el hispanohablante que escucha en catalán la è y la é. En particular, en caso de tener que diferenciar dos realidades distintas, utilizará una de sus clasificaciones nativas (como amistad) y le añadirá adjetivos (como estrecha).

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